Nahuel Veron regresaba de festejar su cumpleaños, en la noche del 10 de julio, con un amigo. Habían ido comprar unas gaseosas cuando la policía comenzó a perseguirlos y a dispararles. Nahuel murió de un disparo que le atravesó el pecho.
Gracias a la rápida acción de los militantes Hijos de la Matanza se pudo lograr la rápida captura de los asesinos. Los policías Ezequiel Benítez y Cintia Duarte fueron detenidos y están en la espera a ser enjuiciados.
Lamentablemente seguimos sumando: Nahuel, Facundo Castro, Luis Espinoza, Walter Nadal y la lista, para nuestro horror, continua. Cualquier persona cuerda puede ver algo lógico y es que no son casos aislados.
La policía persigue y mata a los jóvenes hijos de trabajadores pobres, al campesino, al obrero, al morocho. Persigue y mata porque esta diseñada para ese cometido en especial, el de reprimir de forma sistemática a los trabajadores con el objetivo de mantenerlos en el miedo de su esclavitud. No ven personas, no lector, no se engañe, ven objetos que producen otros objetos, que producen dinero para los patrones de la policía y que serán soldados, tras ser horriblemente marginados, de los narcotraficantes con los que trabaja la misma policia.
El capitalismo segrega, aparta, envía a un costado a millones de personas. Enjauladas en villas miseria, luchan por arrancar esa misma miseria de sus barrios pero el capitalismo solo los empuja más al abismo. Y cuando es ya muy grande, cuando el capitalismo ha generado ya tantísimos pobres que le llegan al cuello, manda a sus perros a matar para que bajen los niveles de esa horrible misera que ellos crearon pero que no quieren ver.
No hay policía buena porque es la policía de la burguesía, del odio y la muerte lo que significa que nunca terminara la muerte de los jóvenes bajo este sistema, nunca, jamas. ¿La solución? es la organización férrea en los barrios, organización en Partido Comunista con el objetivo de superar el sistema. Los comunistas están junto al pueblo en esta lucha y proponen eliminar a la policía y sustituirla por hombres y mujeres honrados que sean elegidos por el mismo pueblo.
Basta ya de permitir la matanza. A esos muros de muerte (los de la policía burguesa) opondremos otros muros (los de la organización revolucionaria)
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