Por Julián Sanseverino
Hace 50 años dirigentes sindicales junto con estudiantes y trabajadores se alzaban en una revuelta frente a las injusticias provocadas por un gobierno dictatorial y tirano al que poco importaba las condiciones de vida y trabajo de la población del momento. Esta insurrección popular marcaría para siempre la historia de nuestro país.
Hoy, 50 años después, no mucho cambió. Vivimos una "democracia" falsa que hace todo menos representar a los intereses del pueblo. Nuestro presidente azota a lxs trabajadorxs con su política de ajuste, vende nuestro país, nuestros recursos naturales y nuestro sudor a precio de banana al capital financiero internacional y además nos endeuda a todxs lxs argentinxs por 20 años con el FMI, condenándonos a pagar una deuda que nosotros no creamos ni fuimos partícipes en producir. Y el colmo de los colmos es que el gobierno Argentino hace vista gorda frente a las nuevas modalidades de esclavitud del siglo XXI: las apps de delivery, que someten a la juventud trabajadora a condiciones de trabajo extremadamente peligrosas, con un pago realmente muy bajo y ningún tipo de garantía laboral (la imagen de portada es de Barcelona, donde un trabajador de Glovo murió atropellado y la empresa no lo reconoció como laburante suyo. En Argentina sucedió algo parecido con Rappi: un chico venezolano murió y Rappi se lavó las manos completamente). Lo que a la Argentina le hace falta no es solamente que pierda Macri y que gane F-F, ¡lo que a la Argentina le hace falta es otro Cordobazo como aquel histórico de Agustín Tosco! ¡Lo que le hace falta a este país es un cambio completo en su estructura política y social! Y hasta que eso no pase, seguiremos condenados al ajuste, la entrega y el hambre. ¡Luchemos por otro Cordobazo! ¡Hasta la victoria siempre!
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