Las organizaciones sociales son los que se están encargando de alimentar al pueblo argentino en todo el país.
El deficit alimentario en Argentina no es un problema reciente ni mucho menos. El hambre es moneda corriente para millones de argentinos pobres, que van en ascenso a la par que se agudiza la crisis.
En la situación actual millones de trabajadores precarizados caen directamente a la indigencia y van camino a inanición como señalaba Marx si el trabajador no vendía su fuerza de trabajo.
Por lo que el Partido Comunista y las organizaciones populares se han lanzado de cabeza a la batalla contra el hambre para salvaguardar al pueblo del que por supuesto el partido es parte.
Tras los miles de reclamos el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, sumara una ayuda a la situación aunque se trata de un método paliativo puesto que no hay solución capitalista para el hambre. En este sentido los comunistas han demostrado que solo el pueblo salva al pueblo en circunstancias como estas donde la burguesía grita "sálvese quien pueda". Arroyo destinara dos mil millones de pesos en los próximos 20 días a comedores populares.
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