Aun falta el visto bueno de los principales acreedores, BlackRock, Ashmore y Fidelity que habian denunciado la falta de flexibilidad del gobierno.
Argentina presento nuevos cambios a la oferta de la deuda que tuvo buena aceptación entre la mayoría de los acreedores. “Teniendo en cuenta todo lo que está atravesando el país, parece una oferta bastante buena”, dijo Alejandro Hardziej, de Pala Asset Management (un acreedor). En su intento de reestructurar una deuda de 65.000 millones de dolares el gobierno presenta una cara más bonita.
Los representantes del país austral habían recalcado la inflexibilidad en estos términos y aunque en ciertos aspectos fue así en estos casos demuestra que no.
Por lo tanto Argentina se compromete a empezar pagar la deuda en 1 año (antes eran 3 años) y los pagos de bonos subirán hasta un 5%. Sin embargo el grupo conjunto Ad Hoc y Exchange Bondholder (BlackRock, Ashmore y Fidelity) podria estar en desacuerdo y truncar la negociación.
De esta forma Argentina se compromete a pagar rapida y forzosamente la deuda, que por supuesto pagara el pueblo. Debemos entonces plantear quienes tomaron la deuda y llegaremos a la conclusión de que no fue el pueblo sino los multimillonarios que fugaron esa deuda. Por lo que hay que asignar un impuesto permanente a los multimillonarios con el objetivo de forzarlos a que sean ellos, efectivamente, quienes paguen la deuda y no el pueblo trabajador.
Hay que ir seguir promoviendo la captura de sectores claves de la economía como lo es Vicentin y que sea el primer paso a la independencia alimentaria. Que no sea Vicentin un objeto con el que pagar la deuda sino que sea para aumentar las condiciones de vida del pueblo.
Por supuesto que esa deuda, que hoy paga el gobierno, es ilegitima e ilegal y el solo hecho de pagarla constituye una traición a la clase obrera. Las voces "realistas" saltaran a decir "y bueno es eso o el defoult". No pueden tener mayor razón y es que en el capitalismo el que sale perdiendo es el oprimido siempre, o pagas o pagas. Distinto seria un Estado socialista, fuerte en sus cimientos y con respuestas claras y precisas a problemáticas como esa que le permitirían simple y llanamente no pagar la deuda. He ahí la salida.
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