Tengo 23 años, la edad que tenía Mariano Ferreyra cuando lo mataron. Hoy, él cumpliría 32. Yo milito en el Partido Comunista; Mariano militaba en el Partido Obrero. Aunque a veces parece que nos odiamos más entre nosotros que con los fascistas, al PO y a sus militantes les tengo respeto. Estoy hablando por mí y sólo por mí, aclaro.
El asesinato de Mariano Ferreyra nos sacudió a todxs. Mataron a un laburante. Mataron a un pibe que reclamaba mejores condiciones laborales (la manifestación en la que participó Mariano era de empleados tercerizados que pedían el pase a planta permanente del Tren Roca, reclamo lógico si los hay). Y no sólo eso: lo mató la burocracia sindical. No fue una triste víctima de un asalto, no se cruzó en su camino con un psicópata. Se cruzó con sindicalistas y con mafiosos, que lo fusilaron por exigir mejores condiciones de trabajo.
Hoy, Mariano cumpliría 32 años. Él era un laburante, sí, pero también un militante y un luchador. Peleaba por una sociedad mejor. Y algunos soretes se regocijan recordando su muerte. "Un zurdo menos". "Que se joda por lacra, si hubiese estado trabajando no le hubiese pasado nada". Son cosas que yo he leído, no estoy inventando nada. Esa gente es la que después nos pide que seamos tolerantes ante sus dichos de odio. Cuando se burlan de la memoria de un laburante como Mariano, nos insultan a todxs. Insultan a toda la gente que pelea por un país mejor. Insultan a toda una clase que pelea por una vida mejor. Y no lo vamos a tolerar.
Hoy, Mariano cumpliría 32 años. En sus 23 años de vida, en sus 10 años de militante, Mariano tenía esperanzas: tenía la esperanza de crear una sociedad más justa; tenía la esperanza de crear un mundo más igualitario; tenía la esperanza de crear mejores condiciones de vida para la gente; tenía la esperanza de recibirse y ser un profesional; tenía la esperanza de seguir compartiendo tardes y noches con su familia; tenía la esperanza de seguir cumpliendo años.
Luchemos por las esperanzas que Mariano no pudo ver concretadas. Luchemos por la sociedad que soñó Mariano y por el futuro que le fue arrancado de las manos. Luchemos. Como Mariano. Luchemos.
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