Desde el comienzo del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio nos tocó ver repetidas veces a través de diferentes medios (principalmente en redes sociales) los constantes casos de violencia policial a lo largo del país. El factor común siempre fue que estos abusos recaían en los habitantes de las barriadas y en los laburantes que necesitan salir a trabajar todos los días para llevar algo de comer a sus hogares.
Sin embargo ninguno de estos lamentables casos llegó tan lejos como lo que ocurrió el pasado viernes 15 de mayo en Tucumán. Desde ese día Luis Armando Espinoza sigue sin aparecer. Si, estamos hablando de un caso de desaparición forzada a manos de la Policía de Tucumán.
Todo está gravísima situación ocurrió en El Mecho, una zona de campo a 95 Kilómetros al sur de la capital perteneciente al departamento Simoca. En este lugar hay muy pocas casas y nula señal de internet.
El 15 de mayo llegó la policía dependiente de la Comisaría de Monteagudo, la razón del operativo era impedir una carrera de caballos. A las 16 horas empiezan a dispersar la reunión a los tiros y empieza una persecución.
Por el lugar iban pasando los hermanos Espinoza, Juan Antonio y Luis Armando (31 años) dos residentes de la zona que iban camino a la casa de una familiar. Ambos fueron agarrados por la policía que venía persiguiendo al otro grupo. A Juan Antonio lo golpean y su hermano intercede para que dejen de pegarle, sin embargo ésta sería una de las últimas imágenes que Juan vería de su hermano Luis puesto que recibió un golpe en la cabeza y perdió el conocimiento.
Cuando se recuperó su hermano Luis ya no estaba y cuando se acercaron sus familiares relató toda la situación, también que antes de desmayarse escuchó un disparo y que alcanzó a ver cómo la policía se llevaba a su hermano. En el lugar se encontraron manchas de sangre y huellas de arrastre.
Lo grave es que a pesar de que los 8 policías involucrados ya fueron pasados a disponibilidad, a ninguno se les tomó declaración. Para sumar, dos de los policías involucrados en esta desaparición también fueron partícipes del asesinato de Alan Andrada, un joven de 20 años que murió por los golpes en la cabeza luego de que lo detuvieron a la salida de un baile. También se confirmó en las últimas horas el hallazgo de sangre en la camioneta que utilizaron en el operativo y la familia de Luis cree que lo asesinaron y lo arrojaron al dique El Frontal.
Existe un desinterés terrible por el Estado provincial y los medios de comunicación por este caso. Toda la información empezó a circular por el excelente trabajo que realizó la periodista tucumana Mariana Romero.
En la provincia donde el negacionismo es segunda fuerza a través de su brazo político Fuerza Republicana con Ricardo Bussi a la cabeza (si, el mismo que afirma que los femicidios no existen), donde nazis flamean libremente sus banderas en marchas providas, donde a una niña de 12 años que fue abusada se le negó la ILE, donde la Policía asesinó por la espalda a Facundo Ferreyra de 12 años, ahora se suma una desaparición forzada que no es un caso aislado sino una muestra más de la delicada situación provincial que nos deja en claro el poco interés del Estado por los derechos humanos. Cómo con Santiago Maldonado, Julio Lopez y los 30 mil desaparecidos, ahora nos toca exigir la aparición de Luis Espinoza y que los responsables nos expliquen dónde está y que hicieron con el.
Comments