Por Pedro Maldonado |
El Yrurtia lleva ya 5 años luchando contra la arbitrariedad y los atropellos de Larreta. En esta ocasión al colegio se le impone que deben compartir su segundo piso con una escuela primaria en el marco de un fallo a favor de la institución que establece todo lo contrario, es decir, no se puede compartir ese piso con ningún otro colegio.
Ubicado en Parque Avellaneda, el colegio Rogelio Yrurtia lleva ya 20 años de luchas por conseguir un edificio en condiciones. El año pasado el gobierno de la ciudad dirigido por Rodríguez Larreta intento “mezclar” el colegio Cerámica Nº 1 junto al Yrurtia en el susodicho segundo piso, también por razones edilicias, al que se quiso llamar “Polo de las Artes”. Vale la pena preguntarnos ¿por qué se enorgullece tanto el macrismo de impulsar la educación cuando crea más problemas que soluciones? ¿Dónde están esas escuelas nuevas?
La denuncia fue llevada a cabo y finalmente el fallo, dictado por la jueza de feria Andrea Danas, fue a favor de los dos colegios donde se dejaba bien claro que no podía haber otra institución dentro del edificio del colegio de artes Rogelio Yrurtia.
Este año el gobierno de la ciudad volvió al ataque con la intención de instalar una escuela primaria por lo que el Centro de Estudiantes de Bellas Artes Rogelio Yrurtia respondió al instante. Maite Tevez, estudiante del colegio comentó al respecto “Hasta ahora estamos yendo desde el lunes pasado al colegio a las 7:30 de la mañana donde hay carpas y manifestaciones artísticas”, la idea fundamental de la acampada es poder enfrentar cara a cara a los funcionarios que a esa hora visitan el colegio. Comenta Maite que este caso es totalmente ignorado por la comunidad “Hay carteles gigantes pero no nos dan bola o se quedan a leer y se van. Ayer estábamos juntando firmas y la gente nos pasaba por al lado”
La comunidad educativa del Rogelio Yrurtia ha realizado caravanas, abrazos a la escuela y cortes para visualizar el problema pero otra vez, no parece ser de interés para las autoridades de la ciudad.
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