Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente. Es irónico que las empresas usen este hashtag para "celebrar" este día y tratar de "generar consciencia" del problema que estamos atravesando con respecto a la contaminación.
Irónico porque son las empresas las que deciden tirar sus deshechos al suelo, a los ríos, a los lagos, al mar y al aire para no tener que gastar plata en procesos de purificación de los mismos o de reciclaje.
Irónico porque, según la OMS, por año mueren aproximadamente 13 millones de personas por enfermedades relacionadas a la contaminación ambiental.
A eso le podemos sumar también las vidas animales y vegetales que se pierden producto del mismo factor.
A menos animales y plantas, menos seres humanos que puedan alimentarse. A menos plantas, menos oxígeno, sin el cual los seres humanos no vivimos. A menos plantas, más dióxido de carbono en el aire, gas que retiene el calor que ingresa al planeta, haciendo que la Tierra se recaliente. A mayor calor en el planeta, menos hielo en los polos, que reflejan la luz y el calor solar de nuevo al espacio evitando que la temperatura del globo aumente. Es un proceso que se retroalimenta, y todo nace de la acción destructiva de las empresas.
Y que no me vengan conque estamos revirtiendo el proceso porque ahora pedimos que nos saquen las pajitas de plástico de la bebida. Las pajitas de plástico (o sorbetes) representan entre el 0,3 y el 0,4 del total del plástico oceánico. ¿Son un problema? Sí. ¿Son el único problema? NO. Miren esto:
Espero que quede en claro lo siguiente: todavía estamos lejos de revertir el cambio climático. No te dejes engañar. Las empresas contaminantes (todas las grandes multinacionales contaminan) son el principal cáncer del mundo. Y tampoco te dejes engañar por esas corporaciones que sacan grandes campañas contra el calentamiento global y el cambio climático. Básicamente, son empresas capitalistas contaminantes que acusan a otras empresas capitalistas contaminantes de ser las causantes del problema. Pero el problema son todas. A las empresas les importa tres carajos el medio ambiente. ¿Ustedes realmente creen que las 20 personas más ricas del planeta, dueñas de la mayor parte de las corporaciones que manejan el mundo, les interesa ayudar a revertir el cambio climático?
Hace poco Netflix sacó una serie documental que se llama Our Planet. Por capítulo van explorando un ecosistema distinto y el narrador (David Attenborough) nos explica cuán amenazado está hoy en día ese ecosistema (océanos, selvas, bosques, desiertos, etc.) y la urgente necesidad de revertir esta situación. De hecho, a veces nos da ejemplos de políticas públicas (llevadas adelante por los gobiernos y Estados y no por empresas privadas) que ayudaron a reconstruir ambientes casi destruidos por la contaminación.
¿En serio, Netflix? ¿En serio? Siendo una de las empresas de comunicación que más contamina (se habían comprometido a utilizar energías renovables al %100 en 2015, y hoy en día el porcentaje no supera el %20) nos venís a decir eso haciéndote el paladín de la lucha contra la contaminación? Me parece piola que nos muestre dónde está la solución (en la acción interventiva del sector público), pero me parece bastante hipócrita que se desentiendan completamente de la situación. Aunque el capitalismo es hipocresía pura, así que no debe sorprendernos.
En conclusión: si seguimos dejando que las empresas privadas se sigan pasando por el orto al medio ambiente, si seguimos haciéndoles publicidad cada vez que sacan alguna campaña falopa contra el calentamiento global a través de la cual sólo quieren hacerse ver como responsables y comprometidas con el único objetivo de aumentar sus ganancias, si seguimos pensando que por tirar nuestra basura en tachos separados ya estamos generando un cambio, entonces el desastre climático es inminente. El problema es el capitalismo y la acción avara, mezquina y egoísta de los empresarios, que se cagan en las miles de millones de muertes (entre gente, animales y plantas) que producen mediante la contaminación que generan sus empresas. Ese es el problema real. Date cuenta.
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