Ayer se dio a conocer la noticia de que Juan Manzur, gobernador de Tucumán, ex-ministro de Salud del gobierno de CFK y miembro del PJ, dijo que el peronismo se tiene unir, y tiene que ser con Cristina adentro. ¿Por qué "sorprende" esto, (si es que sorprende)?
Hace meses que el peronismo federal puso el grito en el cielo de que la única manera de ganarle a Macri (sí, ahora están contra Macri parece. Cosa de locos) era en unidad, pero la mayor parte de este bloque (que integra tanto el PJ como el massismo) era completamente reacia a la inclusión de la ex presidenta dentro de la coalición. Unidad Ciudadana, por su parte, busca desesperadamente construir la candidatura en torno a Agustín Rossi ante la incertidumbre que genera la posible postulación de CFK para la presidencia este 2019. El kirchnerismo sabe que CFK no puede y no debe ser candidata en 2019.
Ganar las elecciones en 2019 contra Macri le dejaría a CFK en las manos un país endeudado hasta la médula, con el %32 de pobreza y la caída del salario real más fuerte en más de 15 años. ¿Cómo levantás el país así sin que se te vaya todo a la mierda? Lo que más necesita el kirchnerismo en estos momentos es mantener a Cristina inmaculada… si es que lo sigue estando. Las elecciones de 2017 fueron un fuerte revés para el kirchnerismo y para el progresismo en general. Se pensaba que la sola presencia de CFK en la boleta iba a garantizarle un triunfo holgado a la fórmula con Taiana, pero vimos claramente que no fue así. Eso es un golpe a la legitimidad.
Ganar las elecciones en 2019, lejos de aumentar esta legitimada, la vuelve a poner en jaque por lo dicho anteriormente. Difícilmente pueda remontarse la crisis en un solo período de gobierno (y el último, porque, de ganar, a CFK se le terminarían las 3 presidencias). A la crisis inherente que conlleva tomar las riendas del gobierno, sumémosle los embistes de los organismos internacionales y del corporativismo local. Si la sola mención de CFK es una excusa para que el precio del dólar se dispare, la propia Cristina en el poder es motivo de sobra para cualquier tipo de palo-en-la-ruedismo que se nos pueda ocurrir. Pienso yo que se intenta construir en torno a Rossi al presidente que reciba los peores golpes de la derecha mientras se intenta retomar el rumbo del país en el período 2019-2023. Sin embargo, la cosa no termina ahí, porque todas estas conjeturas giran en torno a la hipotética posibilidad de que Agustín Rossi tenga chances reales de ganar hoy la presidencia. Si el resultado de un posible ballotage entre Macri y CFK sigue siendo un misterio, ¿qué chances puede tener Rossi, hoy, a 24 de enero de 2019, de llegar a presidente? Siendo realistas, muy pocas. Siendo idealistas, algunas. Siendo soñadores, muchas. Porque sí, de más está decir que en un Macri-Rossi, ni yo ni el PC ni nadie con dos dedos de frente puede llamar a votar en blanco, ¿no?
Y del otro lado está el peronismo duro. Ese peronismo duro que hoy en día está buscando reclutar a CFK. Alberto Fernández, que se dio cuenta que no valía la pena seguir enojado con Cristina teniéndolo al inepto de Macri en la Rosada, se presentó estas últimas semanas como el paladín de la unidad. Se lo oyó en la radio tirándose flores con el otro Fernández (Aníbal), diciendo cuán necesario es unir al peronismo contra Macri y bla bla bla. Lo que poco se esperaba, quizá, es que Alberto Fernández se propuso acercar a CFK con Massa. Él mismo admitió que intentó dialogar con el Sergio para ver si-de-alguna-manera-había-chances-de pero que Graciela Camaño (Frente Renovador) lo sacó cagando. No olvidemos que en 2018, el Frente Renovador se fraccionó entre aquellos que tenían una postura más favorable con respecto a la posible inclusión de CFK en el proyecto electoral de 2019 y aquellos que no querían saber nada. Uno de los que apoyaban/apoyan la participación de la ex-presidenta es el exgobernador bonaerense Felipe Solá. ¿Le conviene a CFK acercarse a Solá? No es poco decir que él la reconoce como la dirigente opositora que más convoca, y los dichos (apenas ayer) de Juan Manzur nos indican que no es el único que lo cree. Resta por ver qué piensa hacer Massa, que hoy volvió a afirmar de manera contundente que no tiene intenciones de unirse a la expresidenta.
Todavía falta bastante pero no tanto para ver qué decide hacer el peronismo: si ir fraccionado, unido o enfrentado.
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