Por Ivana Estéfano
Han pasado cinco años desde aquella primera marcha Ni Una Menos que inundó las calles del país en repudio a la violencia machista, tras el femicidio de Chiara Páez. No era la primera, ni sería la última vez, que el hartazgo y la falta de respuestas y políticas que terminaran con los casos de violencia, nos volcaría colectivamente a las calles. Pero 3 de Junio de 2020, ante una pandemia que pronunció y expuso la violencia que algunas personas eligen no ver, ¿qué nos interpela cinco años después? Preguntarnos qué nos interpela hoy, quizás nos deje ver que cambió. Ó mejor dicho, que No cambió desde entonces, en que hemos avanzado y que es lo que aún nos falta.
Esta fecha en el contexto del distanciamiento social obligatorio nos encuentra pronunciando: Libres, Vivas y Desendeudadas nos queremos. No al pago de la deuda, investigación de la misma por ilegítima. Declaración de Emergencia ante los casos de violencia de géneros. ¿Y porqué? En las barriadas, en los comedores, en el acompañamiento de las niñeces que atraviesan el ciclo lectivo de forma virtual, en el trabajo dentro del hogar, en lo que hacíamos y en lo que hacemos para apalear esta crisis, el rostro sobre el cual se multiplican las tareas, es el de nosotras, que empobrecidas y precarizadas ponemos el cuerpo, generamos los recursos.. generamos el sostén. El sistema patriarcal, el sistema Capitalista utiliza nuestros cuerpos como territorio de guerras y batallas, donde somos arrojadas al sistema prostituyente, donde reproducimos el trabajo no pago, donde la sociedad se educa y enseña en materia de como se debe explotar. Por eso nos interpelan como eje una deuda que no es nuestra, pero que se pagará de nosotras como pilar que sostiene la precarización y la exclusión.
¿Y qué interpela a aquellos varones que señalan cómo debe ser el feminismo y cómo debemos luchar las feministas?, pretender enseñar una lucha que no se libra en nuestro propio cuerpo, es una posición de privilegio. Hemos cambiado el “amiga date cuenta" por el “amigo, date cuenta, estás siendo violento" ¿Y saben quiénes? También las feministas. Reparamos en la injusticia que implica nunca exigirle y nunca interpelar directamente a quien ejerce la violencia, por eso hemos mostrado hacia dónde debe conducir el dedo. ¿Cuándo veremos varones reflexionar sobre la licencia por paternidad, así como han reflexionado si el feminismo debe ser de género ó de clase? ¿Cuándo los veremos hacer reflexiones públicas y lustrosas sobre el machismo que reproduce su entorno amigo?
Nuestra lucha nos conduce a reconocer como garantía de derechos, que los mismos sean colectivos, no individuales, porque los derechos individuales son privilegios. Nos interpela el feminismo de clase, con perspectiva de género, antirascista y antifascista. Nos interpelan los rostros de Ramona que murió en el abandono de políticas públicas, de Florencia Morales asesinada en una celda de San Luis, de Pilar Albarracin en Chivilicoy que se quitó la vida, los rostros golpeados de las compañeras QOM en Chaco víctimas de la violencia y abuso policial . Nos interpelan los rostros de todas las mujeres, travestis, trans, lesbianas y no binaries que pagan con sus vidas la retroalimentación del sistema patriarcal y capitalista.
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