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El "Nacionalismo" de la Derecha no existe.

La derecha moderna -y la no tanto- suele recurrir a un punto, una arista, un as de oro que funciona de buque insignia y es motivo principal de agitación para sus programas: El Nacionalismo


De forma demagogia apelan al nacionalismo como vía de escape ante todos los conflictos. Por ejemplo Bolsonaro quien esta acorralado por la justicia tuiteo "Brasil acima de tudo". En un intento de justificacion "Lo hice por la patria no pueden juzgarme". Lo interesante es que ese "acto patriotico" fue correr a un alto cargo de la policía para que no interviniera en los asuntos ilegales de su familia. Amo a la patria, si, cuando me conviene.



Mientras el caniche de Toy de Trump alaba la gestión del presidente naranja payaso miles de personas en Brasil mueren cada día, la economía -fijada a los intereses imperialistas- cae a pique y prácticamente todo el entorno político confirma que Bolsonaro es un verdadero lastre.


Casos parecidos se dan en Argentina. Los liberales tienen menos "nacional" que Mickey Mouse. Pero en la lejanía se escuchan gritos de "República" "Argentina para los argentinos" "Lopez Rega" ¿quienes son? lo adivinaron, la derecha vieja y rancia que clama su nacionalismo patrio agitando banderas argentinas recién compradas.


Incluso miembros nostálgicos claman por la patriota Junta Militar ¡Imagínese usted! que tendrá de patriota un plan genocidio orquestado por los Estados Unidos en pos de garantizar única y exclusivamente sus intereses.


Cook lo explica muy sencillo: "El nacionalismo sólo es posible como una política antiimperialista consecuente." Cosa que no plantea ninguna figura política que levantan los reaccionarios de la derecha. Y es que tomar pequeñas acciones que a penas golpean al imperialismo no es nada mas que una mascara.


Codovilla fue directo al hueso en esta cuestión: "... la Conferencia señalo que, si bien no se debía subestimar el papel de la pequeña burguesía y de la burguesía nacional anti feudal y anti imperialista, era preciso tener en cuenta que estas, en un momento determinado del desarrollo de la Revolución, buscan el compromiso con los terratenientes y los monopolios extranjeros -y, una vez en el poder, terminan por capitular ante los mismos-


La libertad que proclaman algunos no es más que libertad para hacer entrar a un amigote que también está en contra del modelo económico de un gobierno popular, ese amigote es el imperialismo. Libertad de mercado, de comercio, libertad para el saqueo de las multinacionales, libertad para que no exista ningún reducto nacional en la producción y por lo tanto, en la soberanía.


La derecha no puede ser nacionalista porque evade (o porque quiere o porque lo ignora) al imperialismo pues es a quien sirve después de todo. No existen programas de soberanía económica pues el neoliberalismo es la carta principal de todos los partidos de derecha. La injerencia yanqui y el saqueo al trabajador argentino es el fin para los parásitos cipayos.



- La izquierda infantil frente a este punto


El sujeto en que basa su agitación la derecha es el socialdemócrata o el izquierdista infantil con -obviamente- grandes dotes de macartismo dejando entre ver su táctica: mancillar a los revolucionarios.


Sectores de izquierda se desentienden de todo el debate abogando que son “internacionalistas” que el nacionalismo es un germen burgués o abogando cosas tan maravillosas como la revolución permanente o la exportación de revoluciones. Esta posición débil deja terreno libre a la derecha para jugar en toda la cancha.


El revolucionario marxista sabe que el nacionalismo no es más que políticas reales y consecuentes contra el imperialismo y sus secuaces aplicando la fórmula leninista de la dictadura del proletariado, la alianza de hierro de los campesinos y los obreros. Entonces el marxista leninista, que tiene como fin tal alianza comprende que esta discusión es fundamental para formar el ejército político que necesita el partido revolucionario de vanguardia. Es punto de tensión que, con una política táctica bien aplicada, dejará aislados y expuestos a los partidos burgueses liberales de minorías a los que se debe atacar sin cesar. El camarada Stalin lo dejaba bien claro, hay que acabar con la mentalidad socialdemócrata del movimiento obrero y eso engloba a partidos “de izquierda” que tiran la toalla en el debate.


- La dictadura del proletariado es el fin estratégico


Como respuesta el programa del revolucionario debe basarse en el anti imperialismo atacando, junto a alianzas estratégicas, a los partidos que representan al imperialismo y debe ser carta común en la política que se ponga el eje en este hecho: el imperialismo norteamericano quiere ser nuestro dueño. Exigiendo siempre políticas concretas frente al avance yanqui y dejando expuesto que el capitalismo no puede solucionar los problemas que ocasiona el declive imperial porque entra en contradicción, con ejemplos claros como: La inflación, la falta de vivienda, la situación del campo, los despidos, el ajuste, la corrupción etc.


La situación es muy compleja pues hoy nos encontramos con altos niveles de despolitización a raíz del gran trabajo que hizo el neoliberalismo, dejándonos grandes cánceres como la burocracia sindical, el vaciamiento en la política estudiantil, el abandono de los campesinos pobres, el individualismo y la falta de concepcion del pueblo como trabajadores, estudiantes y campesinos.


Los golpes que sufre el imperialismo nos da bocanadas de aire para cambiar las tornas y agitar frente a todos estos problemas bajo la estrategia de la dictadura del proletariado. La lucha por demostrar que la única corriente nacionalista es la marxista leninista debe ser puesta en marcha, debemos salir de la esfera para contactar con el obrero, el estudiante y el campesino para conformar el ejército de masas para la liberación nacional.

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