Por Rodrigo Pintos
18.08.2019.- En medio de los escándalos de corrupción destapados a partir de las investigaciones surgidas posteriormente a la detención de Roberto Marrero, mano derecha de Guaigod, y de la investigación llevada a cabo por el medio opositor venezolano “Panam Post” la cual relata la malversación de fondos provenientes de la ayuda humanitaria perpetuados por Rossana Barrera y Kevin Rojas, militantes de Voluntad Popular y “autorizados” en Colombia por Guaidog para manejar esos fondos. El gobierno de Venezuela acusa al enviado del autoproclamado en EE.UU del robo de millones de dólares mediante la alteración de la contabilidad de la petrolera Citgo.
“Es posible […] que el Departamento de Justicia de EE.UU abra una averiguación ad hoc a la junta directiva espuria que Juan Guaidó nombró en la empresa Citgo, porque alteraron la contabilidad para excederse en 70 millones de dólares en el pago de los intereses de un supuesto bono de 2020”, expresó este lunes Jorge Rodriguez, titular de la cartera de Comunicaciones del Ejecutivo de Venezuela, al mismo tiempo de sugerir la posibilidad de que en función de las pruebas existentes, la persona responsable que “está directamente involucrada en haberse embolsado ese dinero” sería Carlos Vecchio, político derechoso y representante de Juan Guaidog en EE.UU designado como embajador en la sede allanada ilegalmente por la policía.
Luego del nuevo intento de golpe de estado fallido, que dejo en Colombia a militares traidores abandonados en situación de indigencia para los cuales también debían ser los fondos de ayuda humanitaria malversados, según las promesas del falso presidente encargado, comienza a destaparse el entramado de corrupción que necesariamente acompaña a la debacle imperialista que viene ejerciendo EE.UU sistemáticamente contra la Revolución Bolivariana, desde el bloqueo económico y el congelamiento de millones en las cuentas del país en los bancos europeos hasta la escalada de violencia en los modus operandi de los títeres del imperio que usurpan las embajadas de Venezuela en los países que reconocen a Guaidog, planean ataques terroristas donde utilizan TNT pintado de zanahorias escondido entre la "ayuda humanitaria", queman chavistas y opositores generando falsos positivos y hasta incluso entierran productos alimenticios como hemos visto con el simple objetivo de la desestabilización del gobierno de Nicolás Maduro para cambiarlo por alguien receptivx y sumisx a los negociados extranjeros sobre el crudo venezolano.
Lo que nos demuestra que el imperialismo está dispuesto a tomar las medidas necesarias para asegurar el sostenimiento de sus intereses económicos y geoestratégicos como lo anuncian públicamente sin el menor pudor; indudablemente en una posición de hipocresía sobre su discurso del sostenimiento de los valores republicanos y el libre comercio.
Necesitamos seguir sosteniendo y protegiendo la paz en nuestro continente mediante el respaldo a los ejes de resistencia antiimperialista de la Revolución Bolivariana del hermano pueblo de Venezuela, mediante la hermandad internacionalista y bregando por el respeto a la autodeterminación de los pueblos y del derecho internacional.
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