Por Oriana Duran
La Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) fue creada en la década del 70', años previos a la última dictadura civico-militar argentina. El representante de esta era José López Rega, funcionario peronista del Ministerio de Bienestar Social. Fue un grupo terrorista y paramilitar, que tuvo como objetivo: perseguir y exterminar a todx aquel que consideraran como 《marxista》. Cuya caracterización fue bastante variada y extraña, ya que han sido asesinadxs desde militantes del Partido Comunista hasta algún que otro Montonero. E incluso, se cree que asesinaron entre 700 y 1.100 militantes durante el 1973-1976.
Y aunque para lxs comunistas la persecución en tiempos de democracia era moneda corriente, es decir, era común para ellxs tener que esconderse o ser detenidx-desaparecidx-asesinadx por el simple hecho de llevar una bandera roja. Lxs fervientes defensores de la revolución socialista nunca dejaron de luchar contra dicha asociación y el castigo de sus integrantes. Ya que una vida digna no incluye torturas, desapariciones o asesinatos. Y ellxs lo sabían, por eso nunca bajaron los brazos ni dejaron de levantar consignas o banderas contra estos crímenes, conmemorando y honrando a todxs lxs militantes que perdieron. Pero esta lucha no quedó en el pasado, podemos ver como hasta el día de hoy sigue estando en las calles, porque ya no solo se exige el derecho a tener juicios y condenas para lxs culpables, sino que también se reclama el reconocimiento de dichos delitos dentro de la categoría de lesa humanidad. Ya que se tratan de crímenes cometidos contra específicamente un sector político, en vinculación con el Estado. Como lo fue en el 76'.
Haciendo un seguimiento de qué está sucediendo en la actualidad con estos casos; hace poco, en Bahía Blanca, se comenzó un juicio a 4 integrantes de la Triple A: Roberto Aceituno, Juan Carlos Curzio, Héctor Ángel Forcelli y Osvaldo Omar Pallero (también estaba procesado Héctor Oscar Chisú pero falleció antes de que sucediera el juicio) En el mismo se destacó un fuerte respaldo de la policía estatal y una gran vinculación a la trayectoria política del dirigente gremial y diputado Rodolfo Antonio Ponce. También se juzga a los acusados de haberse llevado la vida de aproximadamente 40 militantes de izquierda de la época, entre ellxs, David "Watu" Cilleruelo (militante de la FJC). Quien fue asesinado mientras salía de su Universidad, de un disparo en la cabeza. Esto deja en evidencia la clara relación que existía entre esta asociación y el gobierno. Los crímenes de la Triple A tuvieron al mayor cómplice posible de su lado: el Estado.
Por esto es importantísimo recalcar que nosotrxs no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliarnos y no damos vuelta la página. Exigimos juicio y castigo para todxs aquellxs que hayan cometido crímenes de lesa humanidad. Por la memoria, verdad y justicia de todxs lxs militantes perdidxs que han sido dedicadxs a las causas justas que el pueblo ha exigido, venceremos.
Commentaires