Por Tomas Oroño
A lo largo de estos años, el trotskismo en la Argentina fue ganando espacio en la sociedad, tomando las banderas de la izquierda fue posicionándose en varios espacios, en lo estudiantil tanto como en secundarios, terciarios y universitarios, en lo sindical con delegados, y en pocas conducciones gremiales, pero que es mucho a comparación de lo que influye la verdadera izquierda argentina. Tomaron las banderas de la defensa de los trabajadores, las minoras, las mujeres, y los estudiantes.
El trotskismo fue ascendiendo en votos y su pico más alto lo tuvo en 2017, aunque en 2019 tuvieron un caída por la coyuntura que se vivió, el bipartidismo alejo la posibilidad de que puedan seguir sumando legisladores y diputados.
Ante la crisis de los revolucionarios después de la caída del Muro de Berlín, y el desarme de la URSS por parte de los liquidacioncitas, las fuerzas trotskistas fueron en ascenso, ¿Por qué?
Ellos vieron la oportunidad ante la falta de una alternativa revolucionaria, posicionarse como la única izquierda anti sistema, pero desde ese entonces no dejaron de “hacerle el juego a la derecha”, un concepto muy usado en estos tiempos por los claudicantes y obsecuentes ante cualquier crítica a lo establecido, pero los trotskistas si le hacen el juego a la derecha, no por marchar contra el peronismo, que sabemos que el partido de la gobernabilidad burguesa, ni por tirar piedras contra la policía, si no por no tener un proyecto revolucionario.
Lo que hoy conocemos como FIT-U es un frente de tipo reformista que solo se aboca al electoralismo y al parlamentarismo burgués, logró reclutar gente a falta de alternativa con fraseología pseduo revolucionaria, creyendo que hacer acciones de masas como tener actitudes violentas en manifestaciones es tener un proyecto revolucionario, aunque los comunistas no descartamos y apoyamos las acciones de masas y la violencia revolucionaria, no significa que necesariamente optar por esa vía te convierta en una fuerza revolucionaria.
¿Cuál es el proyecto revolucionario de “la izquierda”? ¿Por qué solo se concentra en construir una opción electoral? ¿Cuál es la vía hacia la revolución que ellos plantean?
Son preguntas que claramente no tienen respuesta de parte de ellos, porque su único proyecto es poder seguir creciendo a través del voto y cooptando militantes “anti sistema” que lo único a lo que se dedican es a construir la pata izquierda de la gobernabilidad burguesa.
¿Por qué es importante analizar esto? Porque hoy en la Argentina, no hay alternativa revolucionaria, estamos en un momento donde varios militantes del Kirchnerismo están insatisfecho con las medidas del alfonsinista Alberto Fernández y quieren salir a luchar, lo mismo sucede en el trotskismo que ante la falta de una estrategia revolucionaria y la vocación de poder real buscan una organización revolucionaria que plantee el tema del poder como central, porque la cuestión del poder es la cuestión principal del marxismo.
Ante esta crisis, ante la falta de alternativa nace la necesidad de un partido revolucionario que tenga una línea justa, revolucionaria, coherente, de combate que este a la altura de las circunstancia para dar y dirigir las batallas que se aproximan.
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