Una vez más la propiedad privada vuelve a estar en el centro de la discusión, y en la agenda política, pero no para poner en primacía los intereses de la clase trabajadora, sino que todo lo contrario y como ha sido siempre en un sistema capitalista.
Cada vez que resuena el más mínimo cuestionamiento a la propiedad privada, o pensar alternativas de acceso a la vivienda como puede ser la idea de la propiedad colectiva o comunitaria, los que responden a los intereses del capital inmediatamente aparecen a defenderla a capa y espada, sin importar el gobierno que este, porque los gobiernos son tan solo un anclaje más de la estructura capitalista.
Es la esencia misma del Estado de clase burguesa que no puede permitir cualquier cuestionamiento, alternativa al modo de producción y explotación capitalista.
Se ha dicho que la usurpación es ilegal, pero lo que nunca se aclara para que clase (obviamente esta tácitamente implícito) es ilegal. No es lo mismo quien toma una tierra porque no tiene donde vivir, que quienes poseen miles hectáreas en complicidad del Estado, como es el caso tan conocido como el de Joe Lewis y Benetton.
El cuestionamiento a la propiedad privada, no solo es atacada fuertemente por todos los aparatos del capital, sino que también hasta puede costar la vida, como fue el caso de Santiago Maldonado. Muchos recordamos el nefasto accionar de la Gendarmería, y la desaparición forzada de Maldonado, que apareció tres meses después, sin embargo poco se recuerda el porque de la presencia de Santiago en el sur, y era la propiedad privada, fue un militante que se sumo en la lucha contra aquellos burgueses que poseen miles de hectáreas, en el caso de Maldonado, el problema eran las miles de hectáreas de Benetton, hoy nadie recuerda ni preocupa la cantidad de hectáreas de las cuales es dueño Benetton.
En este escenario se dan situaciones de clasismo del mas explicito, como por ejemplo los hermanos Etchevere gritando hurras por la propiedad privada.
Un caso explícito de clasisimo pero fundamentalmente de un gran entendimiento del funcionamiento del capital, en sus expresiones, en sus acciones nos muestran quien manda y como funciona, vulgarmente hablando nos estan tirando "El Capital" de Marx por la cabeza, lo han entendido a la perfección.
Ahora yendo al caso de cuando la clase que toma tierras no es poseedora de capital, esta es brutalmente reprimida como sucedió con Guernica en medio de una pandemia.
No es de importancia para el Estado las familias y los niños, no importa la necesidad, no importa la crisis habitacional, que si vamos a la cuestión última hay proyectos de ley en la puerta del congreso burgués porque ahi quedan, como la "Ley de Acceso a la Tierra", la cual fue presentada por tercera vez, asi como también la "Ley Nacional de Producción Social Autogestionaria del Habitat Popular" que también lleva años en la puerta del congreso.
Solo la organización de la clase puede llevar a tomar avances en pos de los intereses de la clase, que seran el puntapié para la construcción de una sociedad superadora al sistema capitalista.
En el mientras tanto, quienes hablan de políticas populares, al mismo tiempo no pueden dejar de profesar su religión, santificado la propiedad privada y el dios capital, y que el resto digamos amen.
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