Por Camilo Goldman
Después de la trágica llegada del coronavirus (COVID-19) al mundo, muchos países, debido a la deficiencia sanitaria en la que se hayan, requirieron ayuda. Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, España e Italia (que hasta ahora registra más de 5.000 muertes) mostraron lo desbordado que está el sistema sanitario capitalista neoliberal. Este, que recortó presupuesto en salud pública, más la baja efectividad que tiene la salud privada, si el pueblo no tiene para pagar la cama -que no es barato- no le queda otro destino que la muerte.
China, a pesar de haber sido en epicentro de la pandemia, construyó en tiempo record hospitales móviles. Gracias a la economía planificada del Partido Comunista, se contuvo con efectividad al coronavirus y se recopiló experiencia para ayudar a otros países.
Por supuesto, fue uno de los principales países en cooperar. Distribuyeron toneladas de materiales médicos como respiradores y trajes de respiración, entre otros. Además de médicos e infectólogos especialistas, China envió ayuda sanitaria para combatir el COVID-19 a más de 80 en países entre los que se destacan Corea del Sur, Italia, España, Grecia, Irán, Sri Lanka, Irak y
Japón.
Actualmente Wuhan, el epicentro de la pandemia y la ciudad más afectada, está libre de casos nuevos.
El presidente del país asiático, Xin Jinping, envió una carta al presidente Alberto Fernández, donde ratifica su apoyo incondicional a la Argentina con el envío de 1.500 kits para detectar el coronavirus.
La Cuba revolucionaria cumple otro papel fundamental en la colaboración médica con el envío de Brigadas Solidarias de
profesionales a los países más afectados. El medicamento cubano ”Interferón alfa-2b” juega un papel importante en la crisis mundial del coronavirus. Según el periódico cubano Granma, el antiviral es uno de los 30 medicamentos utilizados en Pekín para tratar a los pacientes con COVID-19.
Hoy, una brigada de treinta médicos cubanos están en Italia y realizan labores importantísimas en la lucha contra el coronavirus en el país más afectado de Europa. Los médicos revolucionarios también se encuentran presentes en Jamaica, Granada, Venezuela, Nicaragua y Surinam.
Mientras Estados Unidos exporta bombas, balas y muerte, Cuba y China envía médicos, medicamentos y ayuda. Mientras Trump se mofaba de la pandemia, los países revolucionarios como China y Cuba ya estaban en acción para prevenir la expansión del coronavirus.
Hoy, Estados Unidos cuenta con 35.000 enfermos y 471 muertes, ante el asombro estúpido del presidente ignorante.
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